Es irónico que año tras año el cementerio se llena de cadáveres,
mas aun cuando se celebra la fiesta de todos los santos, es el día en que mas
abarrotados de cadáveres se encuentran los cementerios de todas las ciudades,
ya que aparte de los yacientes en sus nichos y fosas tenemos que contar a los
muertos vivientes que deambulan en sus pasillos creyéndose que aun están vivos,
pero sin darse cuenta que quien vive atado a los recuerdos de seres que dejaron
este mundo andan en el mismo camino. Los muertos, ahí muertos están; un montón
de huesos secos es todo lo que hay en el
cementerio, pero la gente va como si aun estuvieran vivos, invirtiendo dinero y
tiempo que muy bien podrían utilizar haciendo mejor su vida y hacer de alguna
manera un homenaje en acciones a quienes ya se fueron, pero sin embargo la
gente se empecina en seguir viejas costumbres que a nada provechoso lleva y que
simplemente sirve para engordar los bolsillos de unos cuantos.
Es mejor si en verdad queremos llevar en la memoria a quienes se nos adelantaron simplemente con guardar los buenos recuerdos basta y con hacer de nuestras vidas mejores, para que así al menos no terminemos de manera contraria a lo que de seguro hubiesen deseado quienes eran nuestros seres amados, el cementerio solo es para los cadáveres, y ahí se quedaran hasta que les llegue el tiempo, mientras tanto no hay porque estar desgañitándose intentando hablarle a un muro de concreto o a una fosa.
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